jueves, 24 de marzo de 2011

Películas educativas para niños.

Como todas sabemos, la cultura y el mundo de la informática juega un papel muy importante en la vida de todos nosotros, pero juega un papel más importante en la vida de los niños.

Hoy en día la sociedad se rige por otros principios, en la que se transmiten valores como el consumismo, la avaricia, el egoísmo...


Estos principios los podemos modificar. ¿Cómo modificarlo?


Sabemos, gracias a las estadísticas realizadas, que muchos niños ven la tele solos en horarios no vigilados y que ven series, dibujos, películas que le transmiten valores negativos para la vida.

Tenemos que intervenir y modificar esto.


A continuación, os pondremos unos ejemplos de películas que pueden ayudarnos a completar la educación y a transmitir una serie de valores muy importantes y positivos.







ICE AGE: En esta película, nos encontramos personajes totalmente distintos con pensamientos, formas de vivir, costumbres diferentes y al final de la historia se hacen uno solo. Nos transmote valores como la bondaz, la amistad, la fidelidad, el aprecio, el sacrificio, la cooperación, el aprender a saber perdonar...






RATATOUILLE: Esta película creo que nos transmite un valor fundamental que es el ser uno mismo en todas las situaciones, ya que nos puede traer consecuencias desagradables. Tambien nos transmite otros valores como la importancia de la familia, la perseverancia, el empeño...







ALVIN Y LAS ARDILLAS: Nos invita a navegar con nuestra imaginación, decubriendo los talentos que todo el mundo tiene, y la forma de usar esos talentos ya que debemos tener prudencia a la hora de utilizarlos, también nos resalta la importancia de la familia.













NEMO: Esta película nos transmite valores como la valentía, la comprensión, el compromiso, la solida


ridad, la alegría de vivir y de compartir los momentos importantes con las personas que más queremos, el liderazgo, la libertad, la perseverancia...





Estos son sólo algunos ejemplos de las posibilidades educativas que nos porporcionan las películas.



Ahora es vuestro trabajo...


Buscar películas educativas que transmitan conocimiento y valores adecuados para completar la educación a los niños.



¡En tus manos está su educación!

lunes, 21 de marzo de 2011

DIARIOS DE LA CALLE

Imagen de cartelera
A sus 23 años, todavía con aspecto de estudiante, la idealista Erin Gruwell parece dispuesta a comerse el mundo el día que entra en el high school Wilson para estrenarse como profesora. Pero su clase lo único que espera es sobrevivir un día más; son un grupo multiétnico de adolescentes de los más variados orígenes, afroamericanos, latinos, asiáticos, delincuentes juveniles, pandilleros y estudiantes de barrios pobres. Lo único que parecen tener en común es el odio que se profesan entre sí y la intuición de que el sistema educativo se está limitando a almacenarlos en cualquier lugar antes de que tengan edad para desaparecer. Erin se empeña día tras día en ganarse a sus estudiantes pese a su obstinado rechazo a toda forma de participación en las clases. Pero la realidad del ghetto no tarda en imponerse. Una pandillera latina de su clase presencia un tiroteo originado por cuestiones raciales; otro día la profesora intercepta una desagradable caricatura racista. Erin aprovecha esos incidentes y los convierte en dinámicos elementos de aprendizaje. Así se produce una transformación en el aula: los alumnos empiezan a escuchar y Erin se libera de sus idealistas prejuicios y acepta oír las historias que le cuentan los chicos sobre las malas calles en las que deben sobrevivir a una guerra no declarada. Erin empieza a conectar con los miembros de su clase.


miércoles, 16 de marzo de 2011

EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS

“Oh capitán, mi capitán”

El club de los poetas muertos es una película estadounidense dirigida por Peter Weir en 1989 con guion de Tom Schulman. Protagonizada por Robin Williams, narra el encuentro de un profesor de literatura con un grupo de estudiantes durante 1959 en una prestigiosa y conservadora academia. A través de la poesía, el profesor inspira un cambio en las vidas de sus alumnos. Ganó un Oscar al mejor guión original. En 1991 se publicó una adaptación del guion original, en forma de novela, escrita por la ex-reportera y editora Nancy H. Kleinbaum.





La historia se sitúa en una de las academias más prestigiosas de los Estados Unidos, el colegio Welton, en donde cuatro postulados marcarán la vida de los jóvenes. Tales valores son los siguientes: “Tradición, honor, disciplina y grandeza”.
Es luego de esto que las autoridades presentan al nuevo profesor de literatura: John Keating; que cambiará la vida de un pequeño grupo de jóvenes. Posteriormente a la ceremonia, los jóvenes se reúnen en sus habitaciones, y Todd Anderson conoce a Neil Perry. Después conocen a Knox Overstreet junto con Charles Dalton, quienes ya se conocían anteriormente.
Es en esta etapa donde se presenta en la película por primera vez el padre de Neil, que es una persona bastante bipolar y con creencias firmes en la que él tiene que decidir por el bien de su hijo y no Neil. Aquí es donde Neil da un giro de 180º en su personalidad y se convierte en una persona temerosa y sumisa en presencia de su progenitor. A pesar de que Neil muestra respeto hacia su padre no significa que esté de acuerdo con sus elecciones. Aunque, a pesar de esto, no tiene el valor suficiente como para contradecirlo (a pesar de ser una persona muy expresiva).
En los salones, los alumnos están esperando al nuevo maestro de literatura: John Keating. Este, al llegar al salón, pasa despreocupado haciendo ademanes curiosos y jugando con las luces. Luego, les indica a los alumnos que salgan del salón.
Una vez fuera del salón, en un estante con recuadros de antiguos alumnos que Keating les cita, un poema dedicado a Lincoln, llamado “Oh Capitán, mi Capitán” (de Walt Whitman).
Innovadoramente, el señor Keating les dice que si son osados podrán llamarlo así. Les muestra un cuadro en donde aparece la primera generación egresada de Welton; en donde todos los estudiantes deben concentrarse y escuchar. De pronto una voz de carácter lúgubre y del más allá se escucha diciendo “Carpe diem”. Es Keating nuevamente, que les explica el sentido de la vida haciendo una analogía con los alumnos antiguos. Les explica que ellos no supieron aprovechar el tiempo, y ahora, desde el otro mundo ellos claman por los estudiantes nuevos, para que no pierdan lo que no podrán a volver a recuperar: “El Tiempo”. Es aquí donde el tópico más famoso de la historia entra en acción, donde cada adolescente comienza a aprender el sentido de aprovechar el día, así logrando romper los esquemas del pensamiento formal y preso de un sistema educacional autoritario, represivo y conservador.
Posteriormente, en una clase de literatura Keating les hace leer la introducción del libro de literatura que explica qué es la poesía, cómo se debe analizar y cómo se debe fabricar. “Basura”, dice Keating, y les hace arrancar toda la introducción del libro (he aquí otro acto rebelde para la época, e incluso para esta); pues la concepción de poesía para Keating es mucho más simplista: La poesía no tiene estructura, la poesía no tiene normas, solo crea y piensa en algo, dale el énfasis que necesitas y rompe esquemas.
Más tarde los jóvenes se interesan por conocer quién fue Keating, por eso consiguen su anuario y se enteran de La Sociedad de los Poetas Muertos. Le preguntan qué es eso y Keating les responde que eran reuniones realizadas en la Cueva India en pro de fabricar poesía, en pro de pensar libremente y expresar sus emociones, una verborrea que fluía como la savia de un árbol lastimado. Los jóvenes se interesaron y quisieron participar en ella; reanimarla para poder salir de lo común. Tras largos intentos por reunirse, los jóvenes, encabezados por Neil, una noche escapan a la cueva y comienzan un ritual; el que se ve reflejado en que la cueva está libre de los prejuicios de la sociedad y no hay nadie que pueda oprimirlos. Tal es el gusto a la libertad que declaran la guerra a los cuatro pilares de Welton, reemplazándolos por los siguientes: “Travesura, horror, decadencia, pereza”.
Tras la primera vez de reunirse, los jóvenes le tomaron el gusto a la poesía, por lo que siguieron con las juntas. Los jóvenes, van desarrollando su libertad interna y solo tratan de expresarla, por lo que Neil consigue el rol de protagonista en una obra de William Shakespeare. Todd logra despojar su timidez por un momento en una tarea de poesía, donde ésta fluyó espontánea, sin antes crearla. Knox se atrevió a declararle su amor a una joven sin importarle lo que pudiera suceder, y Charles invitó a dos chicas a la cueva, liberándose y planteando un tema: el de dejar entrar mujeres a Welton. Posteriormente se colocó un seudónimo: Nuwanda.
En una publicación de la revista escolar, Charles coloca en un acto de rebeldía un artículo en donde sin prejuicios se hace hincapié a dejar ingresar chicas a Welton, con la firma de La Sociedad de los Poetas Muertos, por lo que el rígido Sr. Nolan decide llamar a conferencia con los estudiantes para investigar quién fue el que quebrantó los pilares de Welton. De pronto, suena un teléfono. Contesta Charles Dalton y dice: “Señor Nolan, es para usted. Es Dios, dice que debería haber chicas en Welton”.
Keating va con los jóvenes reunidos y les dice que el “Carpe diem” no es solo una oración común: para hacer uso de ella hay que usar la razón y tener la capacidad de anticiparse a las consecuencias. Neil se siente triste porque su padre le dice que abandone el papel principal de la obra y le hace caso. Para encontrarle una solución a esta problemática decide ir muy triste a hablar con Keating. Él le recomienda hablar, atreverse, mirar a los ojos a su padre y decirle lo que a él realmente le gusta en la vida: “Carpe diem”; nade se pierde con intentarlo. Neil decide hacerle caso y hablar con su padre, quien supuestamente le brinda la oportunidad de actuar. Se está presentando la obra que es El sueño de una noche de verano, que simboliza la única oportunidad que Neil tendrá para poder cumplir su sueño: Ser actor. Mas repentinamente aparece su padre, quien, al concluir la obra, se lleva a casa a Neil sin felicitarlo por su excelente cometido.
Todos alababan a Neil pero su padre no supo reconocer esto. En la noche en un acto ritual, luego de una discusión vocacional, Neil saca la corona que había utilizado en la obra y la coloca con mucha impotencia y tristeza en la ventana; representando así que sus sueños se le iban por la borda; todo quedaba en el aire, y la única solución es poner fin a su vida porque piensa que aprovechó el momento mientras fue feliz y su vida ya no tiene sentido porque su padre no le dejaría serlo. Piensa que su padre así entenderá que lo que importa es lo que su hijo quería ser y no la arbitrariedad de su decisión de imponerle un futuro no deseado, para poder así ayudar a toda una comunidad que padece los mismos problemas en Welton. Tras el suicidio de Neil, los jóvenes acongojados de la SPM sienten que el padre del fallecido fue el culpable y le endosan toda esta responsabilidad a él. Al contrario, el Señor Perry dice a las autoridades de Welton que Keating está rebelando a sus hijos y está tratando de convertirlos en libres pensadores cuando solo tienen 17 años.
Por lo que el profesor de literatura es, a los ojos de Nolan y sus séquitos de la dirección, el culpable de dicho acto tan terrible. Lo culpan para limpiar el nombre de la escuela Welton. Para poder culpar a Keating, antes realizan un sumario e investigación en donde se obliga a firmar a cada uno de los “Poetas Muertos” y a reconocer que Keating fue el artífice de esto. Pues Cameron, uno de los compañeros de los chicos, estuvo de acuerdo con la dirección y también le echó la culpa a Keating, haciendo una declaración. Sin más remedio que irse, Keating recogía sus pertenencias durante una clase, para luego cruzar el salón por última vez; esta vez con el pupitre de Neil Perry vacío. Es aquí cuando Todd Anderson se levanta repentinamente y dice: “Nos obligaron a firmar, señor Keating”. Los jóvenes, uno a uno comienzan a subirse sobre sus mesas diciendo: “Oh Capitán, mi Capitán” al que Keating responde con una breve y simple frase, pero que deja caer toda la gratitud, ya que no desecharon lo que él les enseñó e hicieron del “Carpe diem” una de las armas más letales contra la sociedad opresora: “Gracias muchachos, gracias”.



El cine se ha fijado muchas veces en la relación entre profesores y alumnos, y generalmente ha querido incidir en el acercamiento entre estos más allá del mero ámbito que los une en principio, la educación. La película del casi siempre interesante Peter Weir se convirtió en un gran éxito crítico y de público gracias a la empatía que conseguía con el personaje de Robin Williams y la personalidad de algunos de los jóvenes actores que lo acompañaban.

Aunque no se puede decir que la historia y el tratamiento sean originales (profesor de ideas liberales y mente abierta que llega a un centro donde la educación y la formación intelectual de los jóvenes se interpreta y ejerce desde la tradición, las normas, el conservadurismo y la férrea disciplina... o represión), Weir y su guionista consiguen captar inmediatamente la atención y complicidad del espectador, por la ruptura de ideas que supone para esos chicos la pedagogía y la personalidad de un personaje bien creado por un Robin Williams afortunadamente alejado de sus habituales e insoportablemente blanditos y sensibleros papeles de payasote circense.


Fuente extraida de www.wikipedia.es

martes, 15 de marzo de 2011

LA CLASE



François es un joven profesor de lengua francesa en un instituto difícil, situado en un barrio conflictivo. Sus alumnos tienen entre 14 y 15 años. No duda en enfrentarse a Esmeralda, a Souleymane, a Khoumba y a los demás en estimulantes batallas verbales, como si la lengua estuviera en juego. Pero el aprendizaje de la democracia puede implicar auténticos riesgos. François -autor de la novela en la que se basa la película, con formato de docudrama- y los demás profesores se preparan para enfrentarse a un nuevo curso. Llenos de buenas intenciones, deseosos de aportar la mejor educación a sus alumnos, se arman contra el desaliento. Pero las culturas y las actitudes se enfrentan en el aula, microcosmos de la Francia contemporánea. Por muy divertidos y estimulantes que sean los adolescentes, sus comportamientos pueden cortar de raíz el entusiasmo de un profesor que no cobra bastante. La tremenda franqueza de François sorprende a sus alumnos, pero su estricto sentido de la ética se tambalea cuando los jóvenes empiezan a no aceptar sus métodos.



Consideramos que, ante todo, La Clase es una acertada radiografía de lo que sucede hoy en día en las aulas. Al contemplarla, uno aprecia lo lejos que quedan otras visiones mucho más utópicas, aunque también necesarias (El club de los poetas muertos), o ingenuas y poco realistas (Mentes peligrosas). Aquí, uno tiene la sensación de que la cruda realidad se ha colado en la pantalla, con esos alumnos que cuestionan continuamente la labor del docente, con los conflictos que origina lo que ofrece el sistema y lo que los alumnos esperan de él, etc. Se trata de un bocado amargo, que ni siquiera utiliza la música para endulzar el producto, y con una sensación claustrofóbica originada, entre otras cosas, por la utilización del centro educativo como único espacio del film.

Recomendamos esta película a educadores y personas sensibles con el mundo de la enseñanza.

Fuente extraída de www.filmaffinity.com

lunes, 14 de marzo de 2011

PRIMOS

A Diego le ha dejado su novia 5 dias antes de la boda¿Qué es lo mas maduro y sensato que debe hacer para superarlo?



Con un pletórico Quim Gutiérrez, convertido ya en actor fetiche de nuestro hombre, al frente de un elenco espléndido, se despliega una comedia amorosa que fija, ya desde su desopilante primera secuencia, sus coordenadas: una trama recorrida por un persistente aire antirealista (digan alocado, no pasa nada), el deseo de poner en solfa algunos aquilatados lugares comunes de la guerra de sexos (el carácter rocoso de ellos, el cálculo maquiavélico de ellas), hasta convertir el enamoramiento en un cómico estado perenne de zozobra. Se le puede poner algún que otro pero (Sánchez Arévalo sigue conociendo mejor a los hombres que a las mujeres), pero funciona con un ritmo implacable, con personajes incluso adorables y un sano, jocoso aire de juerga.


A continuación os dejamos una entrevista con los 3 protagonistas(los primos) de la película.




Información extraida de www.fotogramas.es